domingo, 27 de septiembre de 2009

4º 1 de noviembre de ´08

Temas:

-Día de Muertos en España y Altares Mexicanos en el Principado de Asturias.
-Presentación del libro "La Ruptura que viene" de Porfirio Muñoz Ledo, en Madrid.
-Museo Nacional del Prado, Madrid


ALTARES DE MUERTOS EN EL CENTRO ASTURIANO EN MADRID




DIA DE MUERTOS EN ESPAÑA

Todos los años el primero de noviembre, Día de Todos los Santos, las familias españolas acuden a los cementerios a recordar a sus seres queridos. Es en este día cuando llevan flores a sus difuntos.Esta festividad goza de buena salud en España, pero en los últimos años, gracias a la inmigración latinoamericana y a la fuerza que la celebración de Halloween está tomando, la tradición local se ha enriquecido con otras más pintorescas.


Ecuador la comunidad latina más numerosaEcuador es el tercer país en número de inmigrantes en España con 420.110 ciudadanos censados en 2007.Es la comunidad que más deja ver sus tradiciones locales estos días, entre las que destacan la elaboración de platos típicos como colada morada y guaguas de pan, fríjoles o arroz.El ecuatoriano Washington Tobar, nombrado hace poco miembro de la Ejecutiva del PP de Madrid, ha admitido a Efe que la festividad tiene en España un carácter más familiar que público: "nos reunimos para compartir, eso se hace tanto acá como allá, pero aquí se hace más en los hogares, de manera más individualizada".También ha recalcado Tobar que son los originarios de Llano Grande, una región al norte de Quito, "los que participan más activamente, ya que en mi país suelen ir a los cementerios portando los alimentos que el difunto disfrutó más en vida y los consumen alrededor de su tumba".

México también ha hecho intentos de exportar su Día de Muertos, que desde el año 2003 es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, mediante la celebración estos días de algunos actos coordinados por la embajada, aunque con un resultado más institucional que popular.Orígenes de la festividad de Todos los SantosLa fiesta religiosa se remonta al 2 de noviembre del año 980, fecha en que el abad francés San Odilón instaura por primera vez una festividad para orar por los fieles fallecidos.No obstante se cree que los pueblos celtas practicaban con anterioridad ritos paganos para honrar a sus muertos.La afluencia de público a los cementerios estos días es masiva según reconocen desde los Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid "el 1 de noviembre es sin duda el día más concurrido del año, aunque hay mucha gente toda la semana" por lo que camposantos como La Almudena abren de 8.00 a 19.00 horas.

Para los floristas españoles estos dos días suponen un 25 por ciento de los ingresos anuales, aunque han anunciado que este año, debido a la crisis económica, serán más populares los crisantemos, claveles o margaritas, variedades tradicionales y más asequibles.La Federación de Empresarios Floristas han calculado en un 5 por ciento la caída de la venta de flores, si bien achacan este descenso al incremento de las cremaciones o la pérdida de la costumbre de ir al cementerio.La tradición angloamericana de 'Halloween' cada vez más popularSon muchas las fiestas que se organizan en numerosos restaurantes, bares y discotecas.Halloween, que procede del inglés 'Hallow Eve' o Víspera de Difuntos, tiene una mayor conexión con la infancia que la fiesta equivalente local. Es por eso que centros como el Parque Warner o el Zoo de Madrid han anunciado actividades temáticas para los días 1 y 2 de noviembre orientadas a los más pequeños.



HALLOWEN

Con la llegada de noviembre, los españoles acuden a los cementerios a limpiar y dejar flores en las tumbas de sus seres queridos en el Día de Todos los Santos y en el Día de los Fieles Difuntos. Esta tradición supone a los floritas alrededor del 25 por ciento de sus ingresos anuales aunque este año han reconocido que como consecuencia de la crisis, los clientes optarán por flores más populares como el clavel o la margarita.

Los orígenes religiosos de esta ceremonia se remontan al 2 de noviembre del año 980, fecha en que el abad francés San Odilón instaura por primera vez una festividad para orar por los fieles fallecidos, se cree que los pueblos celtas practicaban con anterioridad ritos paganos para honrar a sus muertos.

La Federación de Empresarios Floristas han calculado en un 5 por ciento la caída de la venta de flores, si bien achacan este descenso al incremento de las cremaciones o la pérdida de la costumbre de ir al cementerio.
En los últimos años, se está combinando la clásica celebración religiosa con Halloween y con las coloristas versiones latinas del Día de los Muertos, todo un acontecimiento en países como México o Ecuador.

Aprovechando que Halloween (procedente del inglés "Hallow Eve" o Víspera de Difuntos) tiene una mayor conexión con la infancia que la fiesta equivalente local, centros como Parque Warner o el Zoo de Madrid han anunciado actividades temáticas para los días 1 y 2 de noviembre orientadas a los más pequeños.
Por tanto, la llegada a España tanto de inmigrantes como de sus tradiciones han conformado a lo largo de los últimos años una rica oferta para el primero de noviembre donde no estarán los chinos, ya que estos, a diferencia de Occidente, recuerdan a sus muertos el 5 de abril o "Día de Barrer las Tumbas".

El origen de Halloween
Aunque esté muy extendida la creencia de que el origen de esta fiesta se encuentra en tierras norteamericanas, en realidad, Halloween tiene raíces muy próximas a la Península Ibérica. Algunos especialistas sitúan el nacimiento de esta celebración típicamente anglosajona en la Galicia rural de mediados del siglo XIX.

La tradición celta de poner, cada noche del 1 de noviembre, calabazas huecas con ojos y bocas amenazantes y una vela en su interior, adornando las calles de los pueblos, es una herencia compartida tanto en Galicia como en Irlanda, desde donde se exportó a Norteamérica a través de los colonos.

Aunque existen muchas teorías, el origen de la 'Noche de Brujas' aún es muy difuso. Algunos expertos atribuyen a los druidas celtas la celebración de este día mágico; otros consideran que no es una herencia pagana, sino una una tradición procedente del cristianismo.
S

ea cual sea su verdadero origen, los disfraces y calabazas propias de Halloween ganan terreno en todo el mundo frente al recogimiento de la fiesta de Todos los Santos, sin embargo, lo más delicioso de la tradición católica, los exquisitos buñuelos y huesos de santo se mantienen con más fuerza que nunca.

ALTARES MEXICANOS EN MADRID

La colonia mexicana radicada en Madrid, España, rindió aquí un homenaje a la artista plástica Frida Kahlo luego de montar un altar de muertos en su honor, en el Museo de América, justo en este año en que se cumple el centenario de su nacimiento (1907-1954).

El colorido altar dedicado a Kahlo estuvo este mediodía acompañado por el Ballet Folklórico Nauhui-Ollin y el Mariachi Charros de Jalisco, que con sus interpretaciones alegraron a los presentes, entre ellos, el embajador de México en España, Jorge Zermeño.

Como es costumbre en los Altares de Muertos, éste, dedicado a la pintora y que permanecerá expuesto todo el mes de noviembre, incluyó agua, sal, velas, frijoles, pan de muertos, alimentos, dulces y bebidas típicas mexicanas, lo mismo que calaveras de azúcar.
Así como fotografías de la pintora e ilustraciones de algunos de sus cuadros más famosos, tal como "Las dos Fridas".
Y para el disfrute de los niños, se realizó otro altar dedicado al compositor mexicano Gabilondo Soler, el grillito cantor Cri Cri, también en su centenario de nacimiento.

Además, a partir de este jueves y durante todo el fin de semana, el Instituto de México en España ha organizado diversos eventos con motivo de la festividad de Todos los Santos, y el día de Todos los Difuntos, para que las personas puedan acercarse a la cultura mexicana.
Entre el programa destaca un ciclo de cortometrajes de "Animación para un día de muertos", que de acuerdo con los organizadores del evento "la presencia y la fascinación por la muerte, muy a la mexicana, son el elemento común de esta selección de cortometrajes".

Mismos que fueron realizados por animadores mexicanos en diferentes técnicas y que se proyectarán también en el Museo de América en diversos horarios.

MADRID DELEGACION PRINCIPADO DE ASTURIAS

El Día de Muertos, una de las festividades más grandes de México, llega a Madrid con una exposición colectiva de altares que será inagurada hoy y se podrán visitar hasta el próximo 1 de noviembre en la Delegación del Principado de Asturias.
Aunado a esta celebración, y en la misma sede, se realizarán una serie de conferencias en torno a la "misteriosa" visión que los mexicanos tienen con la muerte: una celebración que traspasa la frontera de la vida.

El jueves 30 de octubre comienzan las tertulias que serán inauguradas por la periodista María Cortina quien hablará sobre la tradición familiar del Día de Muertos, asegura la información de la representación diplomática en España.

A las 14:00 horas del mismo día se podrá degustar una comida típica del país latinoamericano para proseguir con una proyección de películas de animación que culminarán a las 19:30 horas para cederle el paso a la conferencia del escritor Élmer Mendoza titulada "Vivir y morir en México".
A las 21:00 horas se inaugurará la exposición con un cóctel.
El viernes 21 se desarrollará una mesa redonda a las 11:30 horas en donde se hablará de temas como "la representación del duelo", "A dónde van los muertos, quién sabe a dónde van", "Para morir iguales" y "reflexión psicoanalítica sobre la muerte".
De la mano de la embajada del país azteca, el Instituto de México en España, la Delegación del Principado de Asturias en Madrid, el Gobierno de Zacatecas y Letras Libres, se lleva a cabo esta convocatoria para conocer una de las tradiciones "más vivas" de este país.
La cita es en la Delegación del Principado de Asturias en Madrid (calle Santa Cruz de Marcenado, 2).


PRESENTACION LIBRO "LA RUPTURA QUE VIENE"
DE PORFIRIO MUÑOZ LEDO
EN MADRID

La ruptura que vienePorfirio Muñoz LedoA partir de esta semana Random House Mondadori pondrá en circulación La ruptura que viene, libro de Porfirio Muñoz Ledo cuya parte alusiva al distanciamiento entre él y Vicente Fox reproducimos enseguida, con autorización de la editorial.–Es preciso hacer una aclaración fundamental a los lectores: yo no abracé la causa de Vicente Fox en el sentido de adherirme a un partido político. Suscribí un acuerdo entre el movimiento de cambio que yo encabezaba y el candidato de oposición que iba a la cabeza con el propósito explícito de lograr un objetivo histórico del pueblo de México: la alternancia, por la vía pacífica, en el poder nacional. Y lo hice mediante el ofrecimiento público del candidato de consumar la reforma del Estado. En este caso no hablaría de una ruptura, sino del quebrantamiento de una alianza.Tal vez podrían calificarme de sofista, pero lo cierto es que yo no rompí políticamente ningún compromiso: más bien, la alianza nunca se consolidó, se fue desvaneciendo porque Fox no respondió a las expectativas, ni conmigo ni con muchos otros. Menos con el país. Fue el mismo presidente quien rompió con la médula de aque¬llo por lo que habíamos luchado: el sufragio efectivo.Fox abandonó gradualmente toda tentativa por la reforma del Estado. Sin embargo, debo aclarar que, a pesar de su frivolidad, al principio me brindó su apoyo en discursos definitorios, y aunque algunos aspectos del proyecto lo entusiasmaron, pronto lo conven¬cieron de que las prioridades eran otras y de que entregarme la di¬rigencia de esa gran negociación política resaltaría la mediocridad de sus colaboradores más cercanos. Me ofreció proseguir estudios y consultas para iniciar el ejercicio formal dos años más tarde. Fue así como decidí promover las relaciones entre México y la Unión Eu¬ropea, a efecto de alejarme de la pequeña política. Durante todo el tiempo de mi estancia en el extranjero seguí hablando del tema con Fox y con su secretario de Gobernación. A mi regreso Fox acudió, incluso, a la célebre reunión en el Campo Marte que organizó la Asociación Nacional para la Reforma del Estado con los dirigentes de los principales partidos. Aunque no hizo nada para apoyarnos, cuando menos estuvo presente, pronunció un mensaje razonable y volvió a recordar que se trataba de una asignatura pendiente.Poco después Vicente Fox cambió su actitud y empezó a alimentar, con un trasfondo ideológico y en representación de al¬gunos poderes fácticos, una ferocidad visceral sin precedentes contra la candidatura de López Obrador. Entonces comenzó a padecer de amnesia respecto de toda la lucha anterior y decidió actuar antide¬mocráticamente, orquestar una campaña que ningún presidente del antiguo régimen se atrevió a emprender y utilizar recursos públicos en forma por demás facciosa. Después reconocería públicamente —y no necesitaba hacerlo, pues todos lo sabíamos—: que encabezó, como una cruzada personal, el juicio de desafuero en contra de An¬drés Manuel; y que, al haber tenido que retractarse, se “desquitó” más tarde mediante la descarada violación del sufragio público.La ruptura fue practicada por Fox contra sí mismo, contra aque¬llos lineamientos que ambos habíamos seguido 15 años atrás en Gua¬najuato. Cabe recordar aquel 1991, antecedente de la alianza entre los partidos de oposición en 1997, cuando logramos que cayera el primer gobernador impuesto desde el poder presidencial. Yo pro¬puse a Fox que nos uniéramos para impedir la tropelía que quería cometerse. Con reticencias, pero finalmente se sumaría, junto con otras fuerzas, a denunciar el atropello. Todavía no estábamos demo¬cratizando al país, pero sí probando que era posible frenar juntos los excesos del autoritarismo.Algo semejante ocurrió en otras elecciones locales en tiempos del salinismo: con la participación del ingeniero Cárdenas en Mi¬choacán, la de Salvador Nava en San Luis Potosí y la movilización en Tabasco con Andrés Manuel López Obrador. Aquellos años Fox se había destacado dentro de la tradición panista, al menos parcial¬mente, como un luchador por el sufragio efectivo, dispuesto a recu¬rrir a la movilización popular.

Nadie olvida cuando en el Congreso portó aquellas boletas electorales a manera de orejas para satirizar a Carlos Salinas. Esa lucha fue traicionada y la intención última termi¬nó desenmascarándose; es decir, la lucha inicial por la democracia se transformó en un asalto al poder para satisfacer apetitos personales.Desde 1994 hubo intentos por negociar una candidatura común desde la oposición. Recordemos que en 1997 fundamos la Alianza por la República, donde figuraban personalidades, civiles y militan¬tes, de oposición, unidos ambos en pos de una agenda común que nos permitiera llevar a cabo un programa legislativo frente a la even¬tualidad de una mayoría en el Congreso. En aquel momento se for¬muló a los entonces presidentes del PRD y del PAN, Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón, la posibilidad de una candidatura común para contender por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Por diversos factores políticos no fue posible, a pesar del impulso del PRD y la tibia simpatía que por la idea mostró el PAN.Por lo anterior, no resulta censurable la alianza de 2000 con Fox. Hay antecedentes claros que la explican. Insistir en una candidatura de izquierda al margen de las otras fuerzas opositoras terminaba por favorecer la continuidad del PRI en el poder. De haberse concretado una alianza entre todos los partidos de oposición en el año 2000, habríamos en cambio contado con tres elementos muy importantes: un gobierno de coalición, un programa político común y la mayoría parlamentaria para realizarlo. Desafortunadamente, Fox no tuvo la estatura de un, digamos, Adolfo Suárez en España, quien, provinien¬do de la derecha, orientó con mucha claridad y firmeza la transición, al margen de inclinaciones ideológicas y ambiciones familiares.


MUSEO NACIONAL DEL PRADO

El Museo Nacional del Prado es una de las pinacotecas más importantes del mundo, y cuenta con una inigualable colección de pintura española, italiana y flamenca. Tiene su sede en Madrid, España. Junto con el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía, forma el Triángulo del Arte, meca de numerosos turistas de todo el mundo. Esta área se enriquece con otras instituciones cercanas: el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional de Artes Decorativas, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y otros pequeños museos.

Colección del Museo

Pintura española.

Con gran diferencia, la mayor y más importante colección del mundo. Cronológicamente abarca desde murales románicos del siglo XII hasta el final del siglo XIX. Sus ricas colecciones incluyen pintura medieval, con Bartolomé Bermejo, Juan de Flandes y Berruguete, renacentista, con autores como Pedro Machuca, Juan de Juanes y Juan Correa de Vivar, manierista con el protagonismo absoluto de El Greco, y barroca con Zurbarán, Ribera, Murillo y Velázquez. Sólo las colecciones de estos cuatro autores suman 200 pinturas. Del siglo XVIII, destacan aparte de Goya los bodegones de Luis Meléndez y la variada colección de Luis Paret, considerado el mejor pintor español de estilo rococó. Desde hace muchos años se trabaja en la puesta en valor de la pintura española del siglo XIX posterior a Goya, que incluye riquísimos y muy caudalosos fondos desde el Neoclasicismo hasta Sorolla; las pinturas de este siglo suman casi 3.700 obras en total (más de la mitad de todas las pinturas del museo). Entre las últimas novedades de la colección española antigua, destacan las compras de La condesa de Chinchón de Goya, El barbero del Papa de Velázquez y la Colección Naseiro de bodegones, que ha cubierto múltiples lagunas dentro de tal temática.

Pintura italiana.

Desde el primer Renacimiento, con unos pocos ejemplos de Fra Angélico, Mantegna, Antonello da Messina y Botticelli, hasta el siglo XVIII (Tiépolo y Corrado Giaquinto). También, ocho obras de Rafael y su taller, obras maestras de Correggio, Bronzino, Andrea del Sarto, Sebastiano del Piombo, Federico Barocci, Annibale Carracci, Caravaggio, Guido Reni, Guercino, Luca Giordano... y la mayor colección mundial de la escuela veneciana (Tiziano, Tintoretto, Veronés y Bassano).

Pintura flamenca y holandesa.

Primitivos flamencos como Weyden (El descendimiento de la cruz), Dieric Bouts, Petrus Christus y Hans Memling, y la mejor colección de El Bosco. Igualmente sobresalientes son las pinturas de Patinir, El Triunfo de la Muerte de Pieter Brueghel el Viejo y varias de Quentin Metsys y Pieter Coecke. Pintura flamenca del siglo XVII: una enorme colección de Rubens, más de 25 cuadros de van Dyck, varios de Jacob Jordaens, incluyendo su Autorretrato con su familia, y la serie de Los Cuatro Sentidos de Brueghel. Es una de las mejores colecciones flamencas del mundo, sólo comparable con la del museo de Viena. La pintura holandesa del XVII tiene una presencia mucho más corta, aunque incluye La reina Artemisa de Rembrandt y ejemplos de Gabriel Metsu, Adriaen van Ostade, Mathias Stomer y Philips Wouwerman.

Pintura francesa.

Apenas hay ejemplos anteriores a 1600, aunque los siglos XVII y XVIII cuentan con obras magistrales de Poussin, como El Triunfo de David y El Parnaso. Claudio de Lorena cuenta con varios paisajes magistrales, y hay un par de ejemplos de Simon Vouet. El tenebrismo cuenta con ejemplos llamativos de Georges de La Tour y Valentin de Boulogne. Retratistas de los borbones españoles, como Jean Ranc y Van Loo, tienen presencia junto a maestros rococós como Watteau y Boucher.

Pintura alemana.

Reducida en número, pero de gran calidad. Cuatro de las obras maestras de Alberto Durero, entre ellas su Autorretrato de 1498 y la pareja de tablas de Adán y Eva, así como una Virgen y dos curiosas escenas de cacería de Lucas Cranach, dos alegorías muy importantes de Hans Baldung Grien y, ya del siglo XVIII, un rico grupo de retratos de Anton Raphael Mengs.

Pintura inglesa.

Existe una pequeña colección de pintura inglesa, tanto de artistas nativos como de extranjeros que trabajaron de forma estable en aquel país: Thomas Gainsborough, Joshua Reynolds, Thomas Lawrence, David Roberts y ya de la época victoriana, Lawrence Alma-Tadema.

Escultura.

Escultura griega y romana, también del siglo XVI y posterior. Destacan las Musas que pertenecieron a Cristina de Suecia, y que tras la última ampliación se ubican en el recibidor oval, bajo la sala de Las Meninas.

Artes decorativas.
El Tesoro del Delfín, valiosa colección de
orfebrería y gemas talladas. Además el Museo guarda una rica colección de tapices, armaduras porcelanas, así como el caudaloso monetario que fue de Alberto Bosch.

Dibujos y estampas.

Sobresale la colección de dibujos de Goya, la más amplia del mundo. Junto a ella, la colección de dibujos españoles del siglo XIX, con más de 3.000 obras originales, es de extraordinaria importancia. Las colecciones de dibujos extranjeros son más desiguales, aunque incluyen notables ejemplos italianos; de manera sorprendente, en fecha reciente se identificaron dos bocetos de Miguel Ángel para la Capilla Sixtina.


Ningún museo o colección en el mundo alberga tantas y tan importantes obras de los siguientes artistas como el Museo del Prado:
Goya (133 pinturas, incluyendo casi todos sus cartones para tapices)
Tiziano (40 pinturas), junto con importantes series de Tintoretto y Veronés
El Greco (36)
Patinir (varias de sus obras maestras, de su cortísima producción)
Rubens (alrededor de 80 obras, algunas pintadas a dúo con otros artistas)
Velázquez (unas 45 pinturas, de las apenas 100 catalogadas)
Eduardo Rosales, con casi 200 obras, entre pinturas y dibujos.

En el museo se encuentra el cuadro llamado La Gloria pintada por Tiziano para Carlos V, que junto al retrato de la Emperatriz le acompañarían en su retiro del monasterio de Yuste en Cáceres, Extremadura.
Se guarda también el Retrato ecuestre de la reina Margarita del pintor
Bartolomé González, mostrando dos de las joyas más famosas del Joyero de la Corona de España: la perla llamada Peregrina (que actualmente se cree identificar por algunos con la que está en poder de Elizabeth Taylor) y el diamante el Estanque, hallado en tierra de Madrid y tallado por Jacome Trezzo.

Se encuentran asimismo las pinturas con que Goya decoró su finca de Madrid llamada «La quinta del sordo». Adquirida la propiedad por el barón Emil d’Erlanger, ordenó su traslado a lienzo y, tras presentarlas en París, al no despertar el interés del Museo del Louvre, decidió legarlas al Prado.

En sus inicios, el museo abría apenas dos o tres días a la semana, y cerraba siempre que llovía, se supone que para evitar masificaciones y suciedad. Por otro lado, durante un tiempo las salas de escultura no estuvieron debidamente pavimentadas, y el polvo debía eliminarse regando el suelo con agua, aunque pronto se esteró y posteriormente se instaló tarima de madera en casi todas las salas. Por cuestiones de seguridad, la madera fue sustituida por mármol después de los años 30.


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