sábado, 10 de octubre de 2009

38º 8 de agosto de ´09

Temas:

-Mesa redonda en cubavinformación, Ecuatorianos comentan sobre las bases en Colombia.
-Expertos en crear enemigos.
-El Factor primario:Por que el capitalismo hace la guerra.
-Campaña de agresión contra Venezuela.
-España apoya el plan de las bases militares en Colombia.
-Reportaje:Comunicación en tiempos de Revolución.
-Documental: Infancia Rota , los niños soldados.


Expertos en crear enemigos
Oderint dum metuant, que me odien con tal de que me teman. Este es el lema que debiera inscribir el imperio yanqui en todos sus frontispicios y bande­ras.
Jaime Richart Para Kaos en la Red 8-8-2009
KAOSENLARED.NET

No hay otra nación en el mundo que alar­deando de proponerse ex­pandir la libertad, se cree más enemigos y genere más violencia fí­sica y moral. Vietnam, Afganistán, Irak… y así hasta 30 inva­siones armadas desde que terminó la segunda guerra mundial, son las cre­denciales de belicismo extremo que pre­sentan al planeta los inefa­bles Estados Unidos de América del Norte. ¿Quién es ahora su enemigo en Lati­noamérica? Que expliquen, antes de negociarlas, por qué los Esta­dos Uni­dos tienen interés en instalar bases armadas en Co­lom­bia? La gue­rra permanente que anuncian y practican los presidentes que se van sucediendo en el li­derazgo, siempre va dirigida al mismo tipo de enemigo: el país que se niega a mantener relaciones con ellos más allá de la estricta re­presentación diplomática o que reclama la misma soberanía e inde­pendencia de actuación que tienen ellos. Ninguna otra na­ción ma­niobra con tanta perversidad, para adueñarse del mundo, como ese pueblo guerrero. Después del imperio español, para encontrar otra nación que iguale a Estados Unidos en horror hay que remon­tarse a la Francia de Napoleón Bo­naparte y Hitler y la Alemania nazi. Pero estos, en comparación con Estados Unidos y aquella Francia en tiempo ocupado en guerra, fueron flor de un lustro. Sin embargo, Estados Unidos no para… Además, en el primer caso eran tiemps de semibarbarie, y en los del general invasor tiempos en que los ab­solutis­mos infames de la realeza y la aristocracia po­dían explicar su frenesí por la libertad. Si bien el frenesí acabó destru­yendo su espí­ritu, su intención y su persona. En todo caso ahora, ¿quién es el ene­migo en Latinoamé­rica al que el yanqui haya de hacer frente o frente al que deba prevenirse? El imperio y sus caudillos-marioneta -pues son la sociedad y el ejér­cito estadounidenses los de la voluntad de poder nietzs­cheana-, no tie­nen en la ca­beza otra cosa que no sea el dominio abso­luto del pla­neta… hasta donde se les deje. No hay razo­nes para más bases milita­res en parte al­guna, pero menos aún en Colombia. Es evidente que la única intención es co­accionar y amedrentar a los vecinos, disua­dirles de otras formas de Estado y de gobierno que no sean los simula­cros de democracia que acostumbran CIAs y Pentagonos entronizar para poner a las naciones a su exclu­sivo servi­cio, interés y parecer. Chávez ya puede prepararse para el hostigamiento in crescendo y permanente. Si Amé­rica Latina no reacciona impidiendo las bases en Colom­bia, América Latina terminará siendo, toda ella, otra sucursal del imperio do­minador y exporta­dor de costumbres de­testa­bles en la medida que no lo es ya.

El factor primario: Porqué el capitalismo hace la guerra y no el amor
¿Y porqué en este estadio avanzado del control social sin el uso de las armas el capitalismo no puede prescindir del uso de la guerra militar?
Manuel Freytas IAR Noticias 8-8-2009
KAOSENLARED.NET

La "paz social" (substancia matriz del "sistema democrático" de dominio vigente) no surge a priori como un objetivo, sino como un resultante exitoso del control militar sobre las resistencias sociales que el sistema capitalista establece para mantener sus estrategias de explotación del hombre por el hombre y de concentración de riqueza en pocas manos.
"Hacer el amor y no la guerra", es un mito pacifista que se subvierte dentro de la necesidad histórica del sistema capitalista de lanzar guerras militares permanentes como método de conquista y apropiación primaria de mercados y de materias primas para el sostenimiento de su estructura económica productiva imperial.
El sistema capitalista (producto histórico de la dominación del hombre por el hombre) no se alimenta de la paz sino de la guerra concebida como el primer escalón de las políticas y estrategias de dominación (sustento de la explotación económica) a escala global.
Es más, los propios procesos históricos ya incorporaron la "economía de guerra" (emergente de la industria de la guerra) como un segmento clave de la economía capitalista que en caso de colapsar arrastraría consigo a todo el sistema a escala global.
La guerra y el dominio
La historia de la humanidad, es la historia de la conquista y de la dominación del hombre por el hombre en distintas etapas y grados de evolución transformacional que transcurren de lo simple a lo complejo.
El control del oponente es la base del dominio, a nivel del hombre y su entorno primero, y de los sistemas (políticos, económicos y sociales) que rigen las sociedades, después.
Cuando el primer hombre primitivo controló y dominó por medio de la fuerza a otro, estaba estableciendo el principio de la dominación del hombre por el hombre que rigió el desarrollo de todas las civilizaciones imperialistas conocidas hasta ahora, y cuya máxima expresión de desarrollo estratégico se da con el sistema capitalista.
La búsqueda del control y del dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones (incluida la capitalista) que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.
Las distintas "civilizaciones" a lo largo de la historia no fueron producto de la libre creación del espíritu y de la mente humana, sino un emergente de estrategias y políticas orientadas a la conquista (militar, económica, política y social) de las clases más poderosas sobre los estamentos más débiles de la población humana.
La guerra, el uso y el control del poder militar, la capacidad de destrucción masiva, fue el factor primario que posibilitó (por medio de la conquistas) que grupos reducidos de individuos (las "clases dominantes") impusieran su voluntad sobre las mayorías y las condenaran a la servidumbre y el esclavismo.
Desde la antigüedad, pasando por Grecia y Roma hasta el "sistema capitalista", las guerras fueron herramientas estratégicas (claves) para la construcción de los distintos sistemas de dominio basados en el control masivo de poblaciones para concentrar (por medio de la explotación del trabajo social) poder y riquezas económicas.
Históricamente, los "ricos" (la concentración del poder económico) no nacieron de un repollo, sino que son el emergente evolutivo y transformacional de un sistema de dominio del hombre por el hombre (el control y el dominio sobre los "pobres") que descansa en última instancia en la concentración del poder militar y en la capacidad para hacer la guerra.
Si EEUU no contara con la maquinaria nuclear militar del Pentágono, cinco flotas (aviones, barcos y submarinos) con poder nuclear y 800 bases militares distribuidas por todo el planeta con capacidad de destruir varias veces la tierra, su poderío imperial económico financiero no hubiera podido existir.
El dólar no es la "moneda patrón" del sistema capitalista por méritos propios, sino porque detrás suyo se encolumna el poderío nuclear militar de EEUU que oficia de gendarme armado para el sostén del sistema.
En un escenario siempre mutante y constante, las guerras (imperiales) evolucionaron de la colonización militar a la colonización de cerebros, sin perder su objetivo primario de conquistar y controlar para dominar.
Por eso la dinámica funcional de la historia humana (en todos sus estadios) se rige por las estrategias de control y dominación desarrolladas por medio de las guerras imperiales.
Y contrariamente a lo que predican los modernos "pacifistas" a ultranza, las guerras no se hacen para matar sino que se hacen para controlar y dominar. Las masacres militares no son un objetivo a priori, sino un resultante del objetivo a priori de la búsqueda del control y del dominio militar.
O sea que, en primer lugar, y según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico, las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar.
En segundo lugar, la destrucción material y los genocidios humanos que producen las guerras (de conquista imperial) vienen como consecuencia de la búsqueda de control y dominio sobre un oponente que resiste, y no al revés.
Por lo tanto, las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderarse de un objetivo estratégico siguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.
Toda acción de dominación del hombre por el hombre (implícita en la guerra de conquista imperial) se rige por un axioma estratégico: para dominar, primero hay que controlar por medio de la guerra.
El que planea una guerra de conquista no lo hace para destruir, sino que lo hace con un objetivo estratégico de controlar y dominar blancos de apoderamiento trazados de antemano, sean territorios (guerra militar), recursos económicos y mercados (guerra económica), países y sociedades (guerra social), o mentes (guerra psicológica).
Al contrario de lo que cree la mayoría, el resultado exitoso de las guerras no se mide por la destrucción militar, sino por la consecución de los objetivos con el menor costo de destrucción física o de vidas humanas.
Vale como ejemplo la operación militar Plomo Sólido que Israel lanzó sobre Gaza, en enero pasado, que fue lanzada para controlar y/o exterminar a Hamás, pero terminó en una derrota y en un fracaso internacional para el estado judío por la masacre de civiles inocentes y la destrucción de infraestructura en la que derivó.
La guerra por otras vías
Desde la prehistoria hasta la actualidad, todas las civilizaciones dominantes se valieron de la guerra imperialista para controlar y dominar: A) Territorios (conquista territorial) = Control político
B) Recursos naturales (conquista de recursos) = Control económico
C) Sociedades (conquista de las sociedades) = Control social
D) Individuos (conquista de las mentes) = Control ideológico
Los imperios antiguos (Grecia, Roma) sólo habían llegado a la conquista territorial (guerra militar) y a la conquista de recursos (guerra económica), y apenas habían tocado el primer estadio de la guerra social (conquista de la sociedad), imponiendo sus idiomas o sus creencias religiosas en los territorios conquistados (caso del latín con Roma, o caso de la religión católica con los imperios de la Edad Media).
Con el Imperio del sistema capitalista, la guerra por el dominio y el control completa el ciclo evolutivo con la guerra social (conquista de las sociedades) y la guerra psicológica (conquista de las mentes).
Esta instancia de guerra por el control y el dominio de las sociedades y de las mentes, se posibilita por el advenimiento de la Revolución Industrial en el siglo XIX, que luego condujo a la Revolución Tecnológica e Informática del siglo XX.
Es decir que la guerra por el dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología mediática (medios de comunicación) y de la informática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.
Esos tres factores (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitaron que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.

Porqué el capitalismo no puede prescindir de la guerra militar
El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a la Guerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW (Guerra de Cuarta Generación), a la que se agrega una variante "contraterrorista" tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.
De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la "Guerra Psicológica" (con su variante la "Guerra Contraterrorista") conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.
La Guerra Psicológica define el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.
¿Y porqué en este estadio avanzado del control social sin el uso de las armas el capitalismo no puede prescindir del uso de la guerra militar?
Por tres razones precisas que la justifican:
A) Las guerras y los conflictos militares alimentan a los complejos militares y la industria bélica (con facturación billonaria) constituida en la pata complementaria de la rentabilidad capitalista trasnacional.
B) Los conflictos intercapitalistas por petróleo y recursos estratégicos esenciales para la supervivencia futura de la potencias sólo se resuelven en última instancia (y a nivel de desenlace) por la guerra militar.
C) Solamente el aparato y el arsenal militar nuclear garantizan efectivamente la supervivencia del Estado imperial y de las potencias centrales, que sin la supremacía del poder militar serían engullidos y destruidos por el resto de los países que integran el sistema a nivel planetario.
Esta realidad fáctica, entre una multiplicidad de factores interactivos, explica porqué el capitalismo (hasta su desaparición) está centralmente determinado por la guerra militar como factor primario de dominio y de preservación de su sistema económico de explotación del hombre por el hombre.
En este escenario, marcado por la ley y las contradicciones de su propia supervivencia, el sistema capitalista está condenado a vivir en la "guerra permanente", y, consecuentemente solo hay "paz" en el microchip instalado en el cerebro de los colonizados mediáticos que alimentan la rueda del dominio sin el uso de las armas.


Campaña de agresión contra Venezuela es la más intensa de los últimos 10 años
escrito por ABN
http://www.resumenlatinoamericano.org/

La ministra para la Comunicación y la Información de Venezuela, Blanca Eekhout, enfatizó que ese país se ha convertido en uno de los países más mal tratado y descalificado por los medios de comunicación en el mundo.
Resumen Latinoamericano/ABN.- La ministra del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Blanca Eekhout, señaló que la campaña internacional que en contra de Venezuela llevan a cabo los principales medios de comunicación privados en el mundo, es las más intensa de los últimos 10 años. “Venezuela se ha convertido en uno de los países más mal tratado y descalificado por los medios de comunicación en el mundo”, indicó en rueda de prensa ofrecida desde la Sala de Prensa Simón Bolívar en el Palacio de Miraflores. Eekhout precisó que, de acuerdo con un estudio realizado por el despacho que dirige, existe una tendencia superior a 50% de los artículos publicados por los medios internacionales que se refieren a la gestión de Gobierno del presidente, Hugo Chávez, de manera negativa. De acuerdo con el estudio, la tendencia de los artículos publicados refieren que más de la mitad tiene un impacto negativo, es decir, más de 50% es negativo y muy negativo, mientras que sólo 20% se refiere a Venezuela de manera neutral o informativa. “¿Por que más de 700 artículos tienen a Venezuela como centro"”, se preguntó la ministra, al tiempo que indicó: “Hay párrafos y fragmentos de estos artículos que se repiten en unos y otros medios, lo cual demuestra que esta campaña se trata de una línea fijada por los grandes medios capitalistas”. “Se han utilizado términos como "narcoestado" y es una tendencia que se repite en todos estos medios”, denunció. La titular de la cartera de Comunicación e Información destacó que esta campaña contra Venezuela obedece a que en la actualidad el Gobierno que encabeza el presidente Chávez desarrolla una gestión dirigida a “la construcción de un mundo nuevo, así como plantear la idea de que es posible vivir en justicia, con solidaridad, y que es posible que los pueblos decidan su destino”. Como ejemplo, señaló que de 167 artículos de opinión y editoriales de los medios de comunicación internacionales, 79% es muy negativo y un 11% negativo, con lo cual la reseña negativa contra el Gobierno venezolano alcanza 90%. Por último, la ministra Eekhout apuntó que esta campaña contra el presidente Chávez y su Gobierno está condenada al fracaso “porque el presidente Chávez es la expresión de un pueblo; del pueblo latinoamericano, indígena, mestizo, negro, del pueblo pobre que levanta la voz, pero además que es una tendencia en el mundo y es indetenible”. Los estudios fueron realizados a los siguientes medios de comunicación impresos: impresos ABC, de España; ABC Color, de Paraguay; El Clarín, de Argentina; El Comercio, de Ecuador; El Estado, de Brasil; Financial Times, del Reino Unido; O Globo, de Brasil; The Guardian, del Reino Unido; La Jornada, de México; El Mercurio, de Chile; La Nación, de Argentina; The New York Times, de Estados Unidos; El País, de España; La Razón, de Bolivia; El Universal, de México; el Wall Street Journal, de Estados Unidos, y The Washington Post, de Estados Unidos.

Documental "Infancia Rota", en Informe Semanal de tve


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