Nombre: Ricardo Pérez Flores
Comienzo huelga de hambre: 30 de Abril
Puesto en LyFC: mecánico automotriz
Edad: 34
Creo que Ricardo no quiere que cuente su historia: tiene sus propias ideas sobre cómo manejar a los medios de comunicación que tanto daño le han causado a éste y a tantísimos otros movimientos. Los mismos medios que alegremente anuncian curiosísimos sabotajes o que juran haber visto a huelguistas atracándose con batidos de vainilla y fruta. La lluvia cae torrencialmente del cielo y se cuela por arriba y por debajo de la carpa mientras Ricardo evade con sibilina elegancia la mayor parte de mis preguntas y se las lleva hacia su propia cancha de juego, la cancha de las consignas ideológicas, de los discursos de justicia social. Tal vez no ayuda el hecho de que yo sea española y de que él conozca perfectamente los intereses de mi país en la industria eléctrica mexicana. Los blancos –me dice, mirándome directamente a los ojos, y de repente me siento muy güera- vinieron por nuestra riqueza y un día vendrán por nuestra pobreza. Es una cita de Jacinto Canek, me aclara. Y ahora, pensando de nuevo en las palabras de Ricardo, se me ocurre que quizá ello aplica a mí también, yo, que voy a robarles lo último que les queda: sus historias. Algo sin duda sobre lo que reflexionar, pero no ahora, sino más tarde, porque cada segundo que pasa corre en contra de los huelguistas en este pulso desesperado por ganarle la mano al gobierno.
Para leer la historia complata aquí
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